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Don Quijote (Don Kikhot) (Ciclo 'En un lugar del cine: Don Quijote en la pantalla')

Lugar

Lugar de celebración en Zaragoza: Colegio Mayor Pedro Cerbuna (Domingo Miral, s/n);

Lugar de celebración en Huesca: Facultad de Empresa y Gestión Pública (Plaza de la Constitución, 1);

Horario

Zaragoza: 11 de noviembre. 19.30 horas.

Huesca: 11 de noviembre. 19 horas.

Organizadores
Área de Cultura. Vicerrectorado de Cultura y Política Social
Colaboradores
Vicerrectorados de los campus de Huesca y Teruel, Facultad de Filosofía y Letras, Facultad de Empresa y Gestión Pública de Huesca, Colegio Mayor Pablo Serrano de Teruel
Entrada
Libre hasta completar aforo

País: Unión Soviética Año: 1957       Duración: 102 min.     Color

Dirección: Grigori Kozintsev.

Guión: Yevgeni Shvarts basado en la novela de Miguel de Cervantes.

Fotografía: Apollinari Dudko y Andrei Moskvin.

Música: Kara Karayev.

Diseño de producción: Natan Altman y Yevgeni Yenej.

Dirección artística: Natan Altman.

Vestuario: M. Rafalovich.

Montaje: Y. Makhankova.

Intérpretes: Nikolai Chersakov, Yuri Tolubeyev, Serafima Birman, Lyudmila Kasyanova, Svetlana Grigoryeva, Vladimir Maksimov, Viktor Kolpakov, Tamilla Agamirova, Georgiy Vitsin, Bruno Frejndlikh, Lidiya Vertinskaya, Galina Volchek, Olga Vikland, Aleksandr Beniaminov.

Sinopsis: Considerada a lo largo de los años como la mejor adaptación cinematográfica, Don Quijote supuso la recuperación de la obra de Cervantes tras la muerte de Stalin, a quien no le gustaba la novela. Es una adaptación fiel del libro al que se dio una lectura marxista, subrayando la importancia de la lucha de clases. Fue rodada en Crimea con un despliegue de medios impresionante para la época: efectos especiales, el sistema Sovcolor, sonido estereofónico...

Natural de Kiev, Grígori Mijaílovich Kózintsev cultivó su afición al teatro en el difícil dominio de la propaganda revolucionaria. Tras cumplir con el programa de estudios de la Academia de Bellas Artes de Leningrado, decidió creer en las teorías proclamadas por Vladimir Maiakovski y Vsievolod Meyerhold. Era apenas un adolescente cuando ingresó en el colectivo de la Fábrica del Actor Excéntrico (el FEKS), grupo que editó en 1922 aquel vanguardista Manifiesto del Excentricismo, que tanto dio que hablar en los ambientes artísticos de la época. Con criterios de supervivencia, Kózintsev abandonó esos principios rompedores para volcarse en un discreto realismo, mucho más prudente en la Rusia feroz y represiva del dictador Stalin. Muy atraído por la literatura clásica, el cineasta dedicó buena parte de su carrera a la adaptación de obras fundamentales, por ejemplo, Hamlet (1964), Karol Lir (El Rey Lear, 1971) y Don Kihot (Don Quijote, 1957).

Aunque pueda parecer que este tipo de obras eluden el compromiso político, lo cierto es que también describen los zigzagueos impuestos desde el Soviet Supremo. Con fundamento documental, Marcel Oms recuerda la doble dimensión que adquiere Don Kihot en el desfile post-estalinista: “resurrección de un clásico de la cultura literaria occidental y reflexión sobre el sentido actual de una obra, a la luz de las teorías y de las experiencias del materialismo dialéctico”. No es casual que, entre las críticas recibidas en Francia por Kózintsev figure esa obediencia, demasiado visible, a la metodología marxista. Curiosamente, la crítica española de la época fue menos reticente y recibió la cinta con simpatía. José Luis Borau destacó en 1958 la “realización experta y grandiosa” del director ruso, por encima de cierta frialdad y de una ocasional caída en “el espectáculo teatral, como las escenas en la plaza del pueblo, con un movimiento de masas, sonriendo y agitando los brazos, que rozan la ópera italiana”.

El paso del tiempo ha transcurrido a favor de este Quijote. Despoblada de fantasmas coyunturales, la Mancha eslava de Kózintsev se nos antoja hoy más evocadora, más próxima a ese territorio cuya geografía sólo existe en la escritura cervantina. Dos actores eminentes, de una propiedad inmejorable, Nikolai Cherkasov y Yuri Tolubeyev, recomponen al utópico hidalgo y a su escudero con finura y satisfacción orgullosa. Incluso la escenografía, a ratos acartonada, adquiere hoy un encanto artificioso, colorista y oportuno.

En el terreno de la minucia teórica, también resulta interesante cotejar esta obra con la de Pabst. De hecho, Fernando Lara ha dejado escrito que Kózintsev se inspiró en su compañero alemán, “hasta el punto de que uno piensa que en vez de preparar [la película] leyendo la novela de Cervantes, lo hizo viendo el filme de Pabst. Muchas de sus soluciones narrativas son idénticas”.

http://cvc.cervantes.es/artes/cine/celuloide/filmografia/don_kihot.htm

Más información en

http://quijoteste.casadelest.org/template_permalink.asp?id=137