Largo retorno(Ciclo 'Galaxia Ibérica: el cine de ciencia ficción español')

LARGO RETORNO

País: España     Año: 1975       Duración: 91 min.         Color

Dirección: Pedro Lazaga.

Guión: Juan Cobos y Miguel Rubio basado en la novela homónima de Germán Ubillos.

Fotografía: Francisco Sempere.

Música: Antón García Abril.

Jefe de producción: Ángel Masó.

Decorados: Ramiro Gómez.

Montaje: Alfonso Santacana.

Intérpretes: Mark Burns, Lynne Frederick, Charo López, Ricardo Merino, Jorge Rigaud, Fernando Hilbeck, Adriano Domínguez, Conchita Cuetos, Andrés Mejuto, Mayrata O’Wisiedo, Juan Diego.

Sinopsis: Una terrible enfermedad trunca la felicidad de una joven pareja. Cuando ella está a punto de morir, su marido decide hibernarla hasta que la ciencia descubra algún remedio para curarla. Después de cuarenta años sin que se haya encontrado una cura para esa enfermedad, el hombre teme la reacción de su mujer cuando despierte y no encuentre a su joven marido ni la misma sociedad en la que había vivido.

Una película atractiva, como casi todas las de Pedro Lazaga. Cuenta una historia de amor que se ve destrozada por una enfermedad poco corriente y que obliga a que la esposa duerma un sueño extraño durante muchos años como si estuviera muerta en vida. Luego se produce el reencuentro temido por el esposo ya lógicamente envejecido. La honestidad de este empeño se palpa de lejos aunque haya momentos en que le cuesta un poquito mantener atento al espectador. La historia es conmovedora y se aplica toda la sensibilidad posible para abordarla. Mark Burns y la difunta Lynne Frederick actúan con una exquisita sobriedad que no excluye el sentimentalismo y la pena porque los personajes rezuman humanidad y buena voluntad. También destacan dos intérpretes con la categoría que tienen Charo López y Juan Diego. Hay detalles de buen gusto en esta elegante obra y el tono narrativo es sereno. Aunque tenga ciertas limitaciones, Largo retorno es una obra que merece la máxima atención por parte del espectador y una estima especial por sus decorosas peculiaridades. La guinda que tiene esta buena película es la deliciosa canción de los créditos finales. En general el interesante punto de partida está bien aprovechado y el tema que trata consigue calar hondo en el espectador gracias sobre todo a sus diálogos que son sencillos en las primeras situaciones cotidianas de la pareja dando así una agradable sensación de naturalidad en la que se palpa una finura especial. La obra se hace más profunda después subiéndose gradualmente el tono de afectación dramática pero sin llegar nunca a excederse.

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