THE LOVE LIGHT (Ciclo ' Ciclo guionistas: Frances Marion')

THE LOVE LIGHT

País: Estados Unidos Año: 1921       Duración: 88 min.       B/N

Dirección y guion: Frances Marion.

Fotografía: Charles Rosher y Henry Cronjager.

Dirección artística: Stephen Goosson.

Montaje: Stuart Heisler.

Intérpretes: Mary Pickford, Evelyn Dumo, Raymond Bloomer, Fred Thomson, Albert Prisco, George Rigas, Edward Phillips, Jean De Briac.

Sinopsis: Angela, una farera, espera el regreso de sus hermanos de la guerra. Se entera de que han sido víctimas y se consuela en los brazos de un marinero americano. Sin embargo, el marinero resulta no ser quien dice... 

Ciertas películas, no importa cuán lejos podamos estar del tiempo y la cultura que las creó, nunca pierden su atractivo inmediato. Dentro de mil años, si la gente sigue viendo películas, seguirán riéndose del Pequeño Vagabundo. Otros, sin embargo, nos obligan a calibrar nuestras expectativas un poco, para ubicar el trabajo en el contexto de su tiempo y público. Lo más probable es que los creadores de estas películas nunca las pensaron para ser vistas de esta manera. La mayoría de las películas, incluso las de la década de 1970, estaban destinadas a ser disfrutadas por un público contemporáneo. No fue hasta la era del video que los cineastas realmente comenzaron a pensar en hacer películas para la posteridad. Acusar a una película como The Love Light de sobreactuación ridícula y de melodrama que revuelve el estómago, por tanto, no es justo. Después de todo, no somos la audiencia prevista para la película y es probable que la juzguemos desde un conjunto de normas que nadie en 1921 podría haber previsto.

En 1921, Mary Pickford no podía hacer nada malo. Incluso divorciarse de su esposo para casarse con su amante estrella de cine no logró empañar su buena reputación de niña, y no parecía haber ningún límite a su atractivo. Los aficionados se volvieron locos por sus amplios y expresivos ojos, sus labios y sus rizos de marca. Ella era America's Sweetheart, y todo el mundo entero la amaba. Extrañamente, teniendo en cuenta la diferencia en sus edades, desempeñó un gran número de papeles como la siguiente joven elegida para llevar esa corona, Shirley Temple. Mary seguía encarnando el papeles de niñas preadolescentes a sus treinta años, y la mayor parte de su atractivo en papeles como Pollyanna, muy parecido al de la carrera entera de Shirley Temple, era simplemente el factor "lindo". Sin embargo, a diferencia de Shirley, los años extras de Mary le permitieron, cuando le convenía, aportar a sus películas el toque emocional de un artista maduro.

La escritora y directora Frances Marion sólo dirigió tres películas, pero escribió docenas de otras, incluyendo muchas de las mejores de Pickford (Stella Maris, Poor Little Rich Girl, Rebecca of Sunnybrook Farm, and Amarilly of Clothes-Line Alley, sólo para nombrar unas pocas), así como el clásico de Valentino Son of the Sheik  y el primer éxito aclamado de la Garbo, Anna Christie. Es una lástima que Marion no pasó más tiempo detrás de la cámara, sin embargo, porque es la imagen que crea en la luz del amor que es la fuente de su atractivo persistente.

La cámara se abre en una tranquila aldea italiana donde los aldeanos llevan una calmada existencia en el pueblo. Las primeras tomas muestran a una mujer que da a su cerdo un baño y a un comerciante que se asocia con un mono para engañar a sus clientes. Estos no son elementos de la trama - sólo están allí para hacernos saber que este es el tipo de pueblo donde los monos no siempre son honestos, pero los cerdos siguen recibiendo sus baños semanales, tanto si lo necesitan como si no. Otra secuencia no mucho después muestra en largos y lentos acercamientos a una gran cantidad de animales de granja entrando en un barril de vino, poniéndose borrachos, demostrando una vez más que los pollos no pueden contener su licor. Es casi suficiente para hacernos olvidar que esto no es, de ninguna manera, una comedia.

María interpreta a Ángela, una joven muchacha del pueblo que se queda sola cuando sus hermanos y su amado se van a la guerra. Ella asume el cuidado del faro local mientras que los hombres están ausentes, hasta que un día ella encuentra a un hombre misterioso que ha surgido de las rocas. Afirma ser un marinero estadounidense, que accidentalmente se ha caído de su barco y por lo tanto está siendo buscando como desertor. Mediante simpatías y triquiñuelas consigue que ella lo oculte en su bodega, hasta que, naturalmente, se enamora de él. Lo que Ángela no sabe es que Joseph no es un desertor estadounidense, sino un espía alemán, que les usa a ella y a su faro, para hundir barcos italianos. Para cuando ella descubre la verdad ya es demasiado tarde. Ellos están casados, ella está embarazada, y ella misma es, en gran parte, responsable del hundimiento por un submarino alemán del barco que lleva a su hermano herido de vuelta a casa.

Todo esto ocupa apenas la mitad de la película. El resto sigue con el viaje de Ángela a través de un combate con la locura, y por el otro lado, se reunió con su primer amor, Giovanni (cegado durante la guerra), tratando de recuperar la custodia de su hijo, que fue ingresado en un hospicio durante su estado de locura. Es el tipo de película que Sally Field podría haber hecho en los años 80. Es una actuación realmente conmovedora, incluso si el contenido no es para el gusto de un público moderno.

La cinematografía es poderosa y encantadora, haciendo pleno uso de las tomas de la playa. La película utiliza la imagen del faro como un motivo repetido en todo, así nos sugiere que estamos siempre mirando a un mundo de oscuridad iluminado por una sola chispa de luz. Lo vemos literalmente, en la iluminación y puesta en escena de las tomas, y temáticamente, como por ejemplo, cuando los aldeanos llegan a sospechar la presencia del espía alemán, por el simple descubrimiento de que se han robado algunas barras de chocolate: un ladrón significa un extraño, y un extraño significa un enemigo.

Los melodramas románticos de los años 20 se encuentran entre las películas menos accesibles de la edad silenciosa para las audiencias modernas, pero es fácil ver, incluso hoy, por qué The Love Light  fue una de las mejores de su género.

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