Performance 'Queridas viejas' de María Gimeno

¿Podría darme el nombre de tres artistas mujeres anteriores al siglo XX? Y si no son tres, ¿quizás una?

Para dar respuesta a las preguntas que nos plantea, María Gimeno comenzó en 2014 el proyecto performativo Queridas Viejas, traducción directa que da Google a la expresión "Old Mistresses" tomada del libro de Griselda Pollock y Rozsika Parker, Old Mistresses. Women, Art and Ideology (1981). El título, en inglés y en castellano, evidencia el hecho de la inexistencia de un término lingüístico que designe a las grandes artistas del pasado. Tras la lectura del ensayo de Pollock y Parker, María Gimeno fue consciente de que los manuales de historia del arte que había estudiado no incluían a mujeres artistas. "¿Cómo puede ser que los historiadores de arte más populares del siglo XX no incluyeran a ninguna mujer artista en sus textos, como por ejemplo Gombrich en su libro La Historia del Arte?", se preguntó Rozsika Parker.

Para su performance María Gimeno eligió La Historia del Arte de Ernst Gombrich: uno de los manuales más consultados e icono del canon establecido en Occidente de lo que es el Arte con mayúscula, y que desde su primera edición en 1950 ha vendido más de 8 millones de ejemplares en todo el mundo. En sus 688 páginas solo incluye a una mujer, Käthe Kollwitz, por petición del editor en 1966.

Desde que inició su proyecto Queridas Viejas, María Gimeno ha introducido en el libro a 80 mujeres artistas, desde el siglo X -como la iluminadora española Ende, primera pintora europea documentada-, hasta el siglo XX. Los criterios de selección siguen las cuatro reglas que se impuso Gombrich: hablar solo de obras cuya imagen pueda mostrarse; hacer referencia en exclusiva a artistas con trayectoria profesional; mostrar únicamente verdaderas obras de arte, evitando en lo posible criterios personales y limitándose a obras que hayan sido corroboradas por otras historiadoras; y, por último, romper con cualquier de las anteriores reglas, de considerarlo necesario.

Con su acción María Gimeno amplía el contenido del libro de Gombrich mediante la introducción de nuevas páginas a golpe de cuchillo, para "hacer sitio" en la Historia del Arte a las mujeres creadoras en el lugar del que fueron excluidas y que les corresponde, junto a sus contemporáneos.